domingo, 16 de noviembre de 2014

En mitad de la nada.

Sábado 15 de Noviembre.

Hey(que dicen por aquí).

Cuando amanecía esta mañana, ya he visto que el día iba a ser desapacible, he salido a recoger el culotte, maillot y calcetines que había dejado colgados de una cuerda para que se secasen, y estaban todavía un poquito húmedos, mala señal, es la primera vez durante este viaje, que en toda la noche, no se me seca la ropa del día anterior. Llevo tres equipajes completos, así que no hay problema por esa parte, pero era indicativo de que calor no iba a hacer.


Salir de Lakes Entrance y repechaco al canto, doscientos metros de ascensión, sin una sola curva, le calculo un porcentaje de entre el 10 y el 12%, cuando he llegado arriba, el calentón en las patas, era considerable.
Como apenas he desayunado en el motel, solo un café y un par de galletas (con esa gasofa no se va muy lejos), he parado a unos 20km. en la primera gasolinera que me he encontrado. Cappuccino y un trozo de bizcocho de naranja.


 Cuando estaba sentado tomándomelo, se me ha presentado una señora, con panfletos turísticos de la zona, y me ha empezado a preguntar, cuál era mi destino, de donde venía, y donde pensaba pernoctar. Me ha recalcado que en el kilometro 59, me iba a encontrar a Orbost, una localidad con todos los servicios, y después hasta el 100, nada de nada.
Me ha parecido bien, me veía con ánimos suficientes para hacer cien kilómetros, por lo tanto no era demasiado problema. He llegado Orbost, a eso de las once de la mañana, había mejorado algo el día, he aprovechado a comer, y cuando me disponía a coger la bici para reanudar la marcha, se me acerca un señor, y otra vez las mismas preguntas. Le he respondido que iba a intentar llegar a Bellbird, un motel de carretera a unos 40km. de donde estábamos. Me ha dicho que imposible, que el había llamado, y que al ser fin de semana estaba “full”. Ahí han aparecido las dudas, si no había sitio en este hotel, el siguiente pillaba ya bastante lejos, pero es que no eran las doce del mediodía y solo llevaba 59km. Me ha ofrecido compartir habitación, ya que el también está de viaje. He declinado la oferta, no me daba buena espina.


Amenazan lluvias fuetes para esta noche, y pasarla al raso con la tienda de campaña que llevo, es mojarse seguro, pero como siempre, si me equivoco que sea por haberlo intentado. He montado en la bici y para adelante, cada vez costaba más hacer los kilómetros y es que el recorrido de hoy ha sido un autentico diente de sierra, no he sobrepasado en ningún momento los 400m. de altitud, pero el ascenso acumulado en 100km. ha sido de 1340m+.
He llegado al motel cansadísimo, caían las primeras gotas, pero en el aparcamiento solo había un coche, así que me he imaginado que habría sitio. Pues no, estaba completo, al matrimonio que lo regenta, bastante mayor, le he contado, que iba cansado, que estaba lloviendo y que a mi tienda de campaña le entra el agua por todos los sitios. Me han ofrecido plantar la tienda debajo de una tejavana y una ducha, para mi suficiente, “si no hay mas, contigo Tomás”. Cuando salía de la ducha, me comunican que han tenido una cancelación, asunto arreglado, dormiré calentito y a cubierto, sigo teniendo la suerte de mi lado.


Este "carromato", es el típico que usan los aventureros en este continente, normalmente tirado por un 4x4 Toyota, son multitud, lo comparo a la moda de alli, de las "Californias", van con ellas por todos lados, montaña, playas, desierto, de pesca, de caza, etc etc etc. Dicen que al ser bajito, consume menos el coche, y ademas, con una palanca rotatoria, se eleva el techo y queda como una caravana normal y son bastantes mas baratas.

Siestón y ebook, y a eso de la siete han aparecido unos treinta gandules, vestidos de motocross, llenos de barro, y con ganas de cerveza. Mientras escribo estas líneas, les estoy oyendo, están todos borrachos, me temo que la noche va a ser movidita, pero esto es mejor, que dormir en el suelo y mojándome.


A ver como amanece mañana, pero las previsiones  son de lluvias durante todo el día, así que no tengo ni idea de lo que haré, aquí no creo que me quede, esto está muy aislado de todo, por no haber, no hay ni cobertura telefónica. Estoy a 620km. del final, y me quedan ocho días de viaje, tampoco me voy a agobiar.

Bueno maj@s, voy a seguir leyendo, que aquí no se puede hacer otra cosa, en la calle jarrea, y en el bar todos borrachos, no me quedan más opciones.


Cuidaros.

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