Trasmoto.

Lunes 3 de Noviembre.

Kaixo  mundu guztiari.

Hoy ha sido otro de esos días, en los que, a los que nos gustan las alforjas, disfrutamos como niños.

Ha amanecido totalmente despejado, con poquito viento y con calorcito, pero sin agobiar. Por lo tanto, velocidad de crucero (20km/h.), música en los auriculares, y a disfrutar del paisaje.

He arrancado a eso de  las siete y media del camping, casi sin desayunar, y en los cincuenta primeros kilómetros no ha habido nada, he llegado a Naracoorte y a una Bakery, son especies de panaderías, en las que también hay pastelería, pelín industrial, algo de comida caliente, bebidas frescas y café.

Me he puesto a desayunar, eran las 10h. de la mañana, y como hago siempre, he probado con uno de los Iphones, a ver si pillaba alguna red wifi abierta, y “sonó la flauta”, rarísimo en este país. Como llevaba dos días sin poder subir la crónica, me he puesto a ello, para cuando he actualizado el blog, ya eran las doce, hora de comer, les he vuelto a pedir comida y bebida a las dependientas, y han flipado conmigo. Ya habrán pensado, el “atontao” éste,  desayuna y come, sin ni siquiera levantarse de la mesa.

A eso de la una, he vuelto a la carretera, después de leer el correo, actualizar los mapas, mirar el face, y visitar las páginas del tiempo, para saber qué es lo que me espera. Como estaba un poco perdido, le he preguntado a un currela de correos por la salida hacia Mont Gambier, y me ha dicho que le siguiese.

Nos teníais que haber visto, echando carreras por el centro del pueblo, ha sido de risa, yo a tope y el también, me ha ganado, ha llegado a una gasolinera que estaba en la salida, y nos hemos despedido después de haberle dado las gracias e “inmortalizar el momento”.

He hecho otros 50km. fácil fácil, sin viento, o a favor, calorcito, en una zona de viñedos preciosa, y con casi nada de tráfico. Ideal para viajar en bici, así estaría yo toda una  vida.

Se viajaba tan bien, que he grabado este video, pero no penséis que siempre es tan idílico, hay etapas en las que echo pestes por la boca (alguno ya ha tenido “la suerte” de oírlas”), pero de todo tiene que haber, si no, no sería aventura.

He llegado a Penola, que es pequeño, pero tiene de todo, he cogido una habitación en el motel mas céntrico, y como casi todos los días, ducha, colada, paseo y súper.

Hoy tenia antojo de queso, no me preguntéis porque, embarazado no creo que esté, mala edad tengo para eso, y así y todo, sería un milagro parecido al de la virgen María. ¡¡Vamos que no!!.

He cenado en la habitación y me he puesto hasta las cartolas, ensalada de pasta, varios tipos de queso, yogurt, pastel de manzana (los hacen ricos) que no se parecen en nada a los de allí, y medio litro de café con leche.

En todos los moteles, te encuentras con calienta aguas, y tostadora de pan, media docena de sobres de café, té, azúcar, y unos botecillos de leche concentrada, y un par de galletas, pero hay una cosa, que todavía no he encontrado en ningún sitio de los que me he alojado, y no es otra cosa que un bidet. Estos aussis, sin desayunar no salen a la calle, pero………, muy limpios no veo yo que son. (Es broma ehhhh).

Bueno, os dejo, voy a leer un rato, y así la jornada habrá sido perfecta, si sigue este tiempo, y este tipo de carretera y paisaje……., igual no me veis lo que me queda de pelo, en una temporada. ;-)

Gabón, eta biher arte.