domingo, 23 de noviembre de 2014

Colorín colorado........

Sábado 22 de Noviembre.

Aúpa
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Y sigo nerviosillo, casi no he pegado ojo, así que me he dedicado a leer y a darle al tarro de Nutella, y al paquete de galletas.
En cuanto ha amanecido, me he levantado, y sorpresa, no estaba solo en la habitación, me han hecho compañía, unas cucarachas del tamaño de un dedo gordo del pie. Qué pena de bote de kétchup, si no, estas no la cuentan. Les he dado los buenos días, y me he marchado a la carretera.


Sigue haciendo muchísimo calor, pero bueno, a las seis de la mañana es soportable, no nos vamos a quejar por todo.
Al ser sábado, montón de ciclistas en la carretera, todos dándome ánimos, alguno me ha acompañado un par de kilómetros, pero cuando ha empezado el puerto, adiós muy buenas, ahí te quedas kongrio, que a la velocidad que subes, no te aguanta nadie.


A medio puerto, he parado a descansar, tampoco sabía la dureza de lo que quedaba, así que íbamos a pecar de “segurolas”. De una cas ha salido Bryan, me ha dado agua y hemos estado charlando un ratillo, me ha explicado cómo era la carretera más adelante, y nos hemos despedido.


Al final, no ha sido para tanto, antes de lo que pensaba ya estaba arriba, el resto era todo hacia abajo por el arcén de la Princes Highway hasta Sídney. Aquí también mucha gente entrenando en bici, incluso un equipo de unos ocho triatletas. Les he seguido durante cuatro o cinco kilómetros, al ser cuesta abajo, les he podido aguantar, pero a alguno de ellos no les hacía mucho chiste, que alguien con un remolque, fuese con ciclistas con “cabras”, y en un semáforo, han arrancado fuerte, y “adiós muy buenas”.


Cuando faltaban unos diez kilómetros, y ya que estaba el trafico a tope, he decido entrar en un hotel de los de la cadena Ibis, pero me he encontrado que la recepción permanecía cerrada de 10 a 12AM, y como no me apetecía esperar una hora, he tirado para adelante. Y poquito a poquito, pues me he plantado en el centro de la ciudad, he buscado un hostel y he dado por finalizado el viaje.


A la tarde a cortarme el pelo, paseo y lo típico, las fotos en la Opera House, y a tomar cafés, que “me sé” da de cine.  Para mañana me han invitado a comer, pero no os adelanto nada, porque sino en la siguiente entrada al blog, no tendría cosas que contaros.  Valoraciones y resúmenes del viaje para las próximas entradas, ahora mismo no puedo con mi alma, porque aunque solo han sido 60km. en bici, abre hecho unos doce andando, y no he echado siesta, y un hombre tan mayor como yo, hay cosas que echa muchísimo en falta.

Venga, esto se ha acabado, por lo menos lo de dar pedales, ahora a disfrutar de la city, y a preparar las cosas para la vuelta.


Ciao.

2 comentarios:

  1. Ahora que me he acostumbrado a seguir tu viaje ¿no podrías cambiar el vuelo y seguir en bici hacia el norte?

    El tiempo ha mejorado por aquí y aún no vas a tener nieve.

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  2. Joeeee, se me ha echo corto el viaje. Y lo de las cucarachas gordas.... intenta cocinarlas y seguro que las empiezas a mirar de otra manera jaja.
    Saludos de tu primo.

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