Tercer estado.

Martes 4 de Noviembre.

Iepa.

Y como dice una amigo mío, “Y vuelta la burra al trigo”, no logro encadenar dos días seguidos de buenos vientos.  Voy a tener que hablar con el hombre del tiempo, y decirle que ponga las flechas hacia el lado contrario. Hoy me ha arrancado del mástil, uno de los banderines, a saber donde habrá ido.

Amanecía con nubarrones, pero enseguida ha despejado, y ha quedado una mañana preciosa, pero……….., ha durado poco, a eso de las doce del mediodía, ha pegado un cambio radical. Se ha nublado, ha salido viento del sur, que es el equivalente al del norte de allí, y han bajado las temperaturas un montón. Y yo con la ropa de invierno viajando por correo a Sídney, ¡¡pero qué listo soy!!, menos mal que deje un pantalón largo, si no, me congelo.

He hecho 50km. y he llegado a Mount Gambier, me he metido en un McDonald, y como hay wifi  gratis, pues a Whasapear con Rikar.

Le he contado como estaba la cosa, y me ha aconsejado que me quedase en esa ciudad, pero ya estoy harto de recular y no llegar a la costa, así que hoy me he puesto terco y he conseguido hacer a trancas y barrancas, los 36km. que me separaban de ella. Me ha costado dios y ayuda, el viento empujaba hacia  atrás con toda su fuerza, pero a burro no me gana nadie.

Y no es que este obsesionado con esta costa, yo vivo a escasos cien metros del Cantábrico, y os aseguro que la parte de litoral que he visto por aquí, no es más bonita que  la costa desde Donosti a Coruña. Si cambia os lo haré saber, pero de momento, no es como para echar las campanas al vuelo. Es lo malo de vivir en un lugar tan bonito como Castro, la gente te cuenta maravillas de otros lugares, y luego cuando los ves, comparas con lo que tienes debajo de casa, y no te parece para tanto.

He llegado a Nelson, un pueblecito de apenas 500 habitantes, pero yo no he visto a ninguno, es curioso, he estado paseando más de hora y media, y no me he encantarado con nadie, en todas las casas se  ven coches aparcados delante de la entrada, luego gente hay, pero….., dentro de las casas, aunque tampoco me extraña, este viento tan intenso, no anima a salir a pasear.

EL sitio es bonito, es una especie de lago, pero con salida al mar, hay casitas con embarcadero en las orillas, y se ven barcos que se dedican a hacer cruceros de una jornada. La intención era tomarme un día de descanso y quedarme aquí, pero va a ser que no, un día entero sin ver a nadie, se me haría muy largo y seguramente a eso del mediodía ya me estaría arrepintiendo. Luego mañana aunque sin madrugar, intentaré llegara Portland, que está a escasos 70km. de aquí, y parece que es bastante más grande, si es así, me tomaría el día de descanso allí.

Hoy hablando con Rikar, me ha recordado que hace exactamente un año que empezamos un viaje juntos, fue en tándem, y cruzamos la península de sur a norte, solo fueron diez días, pero fue una experiencia maravillosa, de esas que se te quedan grabadas en la memoria para siempre. Y ya sabéis que hay dos maneras de contar la vida, una es por años, la otra es por vivencias, y esa que vivimos Rikar y yo, es de las que cuentan.

Hoy se me han abierto las zapatillas por las punteras  como a Carpanta, las pobres ya tienen casi medio mundo recorrido, pero tendrán que aguantar hasta Sídney, igual que la tienda de  campaña, una vez allí, las colgaré de algún árbol, como hacía el “japo” que viajaba andando, para dejar constancia de mi paso por este continente. He ido a un súper, he comprado pegamento y he hecho una ñapa, veremos lo que duran.

Bueno, y hoy ya he entrado en el tercer estado, empecé por Western Australia, seguí por South Australia, y ahora he entrado en Victoria, así pues, ya solo me queda uno por pisar. Tengo la esperanza, de que estos dos últimos estados serán mas "divertidos" para viajar", veremos lo que ocurre.

Venga mañana más y mejor, esperemos que el tiempo mejore, ¡ah!, y dejad de mandarme fotos de las primeras nevadas en Cerler, que “mese” ponen los dientes largos y empiezo a babear. ¡¡Un poquito de por favor!!.

Bye bye.