Hoy domingo ha sido un día de lo mas caótico, sigo en Albania, y es que, este país, no hay por donde cogerlo.
En las zonas rurales, te puedes encontrar de todo, gente vendiendo cualquier cosa en cualquier sitio, no hay, ni orden ni concierto, y normalmente son de condición bastante humilde.
Se desplazan en cualquier cosa que tenga ruedas, motos viejísimas, coches destartalados y muchísimos carros tirados por burros y mulos.
En las ciudades, la cosa cambia, y se ve otro tipo de gente, mejor vestida, con vehículos imponentes, pero con un pelin pinta de mafiosos, y de las afueras de estas, mejor ni hablar, son arrabales, llenos de miseria, mires por donde mires.
Sigo en compañía de los dos Arnaud, y hemos realizado 105 km, todos ellos por “autopista”, que no deja de ser, una carretera mas o menos ancha. En las carreteras albanesas no hay señales de trafico, y cada uno hace lo que le da la gana, nos hemos encontrado a varios vehiculos que conducen en direccion contraria, perros, gatos y hasta un burro, muertos en mitad de la “autopista”, el ir los tres en fila, nos da algo de seguridad, se nos ve mas, pero los adelantamientos que nos hacen, son escalofriantes.
Para los albaneses, el coche lo es todo, no he visto mas coches de la marca Mercedes, en mi vida, muchos son usados, traidos de Alemania, pero también hay muchos nuevos, es curioso, no tienen de casi nada, y tienen mejores coches, que en la mayoría de países europeos.
Las carreteras secundarias, son impracticables, hoy hemos circulado diez kilómetros por una de ellas, y casi desguazamos las bicis, yo he acabado perdiendo la luz roja trasera.
Hay gasolineras en cada kilómetro de carretera, sitios antidiluvianos para lavar los coches, venta de aceites usados para coche, tapacubos de segunda mano, bueno y todo aquello que te puedas imaginar para el coche.
En los dos días que llevo aquí, no he visto todavía, ni un hospital, ni un polideportivo, ni siquiera una escuela.
Creo que la idea, de haberme unido a los dos franceses, para atravesar este país, ha sido una de las decisiones mas acertadas de mi vida.
Si lo llego a haber hecho yo solo, lo hubiese pasado muy mal.
Parece que cuanto mas al sur vamos, las cosas mejoran un poco,
¡¡Pero es que hay tanto que mejorar!!.
Ni que decir tiene, que aquí, no se os ha perdido nada, ya que aparte de su inseguridad, tampoco tiene muchas cosas que ver, después de haber pasado, por Croacia y Bosnia, y Montenegro, esto no motiva nada.
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