viernes, 11 de junio de 2010

¡¡Ya estoy aqui!!

Aupa.

Hoy ha sido mi último día de pedaleo, antes de llegar a Estambul.
Amanecía nublado y con mucho viento, temperatura buenisima para andar en bici.
El recorrido, hasta llegar a la costa, ha sido igual que el de ayer, toboganes y mas toboganes, largísimos, de los que terminan cascando las patas,  pero al llegar a la costa, mas o menos cuando llevaba sesenta kilómetros, la cosa ha cambiado, perfil plano y viento a favor, y aunque ando bastante flojo de fuerzas, me he animado bastante y he decidido llegar a Estambul.

Solo llevo veinticuatro horas en Turquia, pero me esta sorprendiendo la simpatía de la gente, todo el mundo me saluda, y me anima, da gusto.

 

Bueno, menos un "aparvado", que esta mañana me ha querido timar, he parado a tomar un café en un pueblo de la costa, y cuando le he dado diez liras para que me cobre, me ha contestado que OK, yo he pensado que me daría mas tarde las vueltas, pero nada, hemos hablado de fútbol, que si Guiza es problematico, que si el Barça, el Madrid, etc, etc,, es mas, le he hecho una foto y nos hemos intercambiado las direcciones del "caralibro", el caso es que he terminado el café, y le he pedido las vueltas, y me ha vuelto ha decir que, "is OK", ¿ein?, ¿como? ¿10 liras(5 euros) un café?, he cogido el móvil, y le he dicho, que iba a llamar a la policía, ¡¡redios!! ha entrado al bar, y ha vuelto con el billete de 10 liras, ¡a tomar por saco!, el café por el morro. ¡Será jeta el tío! Os pongo la foto del camarero y del bar, ni se os ocurra parar.

 
Cuando faltaban cincuenta kilómetros para Estambul, la cosa se ha empezado a complicar, han empezado los adelantamientos peligrosos, de los que acojonan, tanto que me he tenido que parar a coger aire, y de paso a comer algo en un chiringuito de carretera, no sabia que hacer, había hoteles, pero me parecía muy lejos de la ciudad, así que he seguido un poco mas, cuando faltaban veinticinco kilómetros, no he podido mas, me la estaba jugando, he pensado que después de cuatro mil kilómetros, me iban a pasar por encima, faltando veinte, he visto un hotel decentillo, y hasta aquí hemos llegado.



Ducha, comer algo, y a toda leche, para Estambul.La primera impresión, que es enorme, la segunda, caótica, al menos para mi.
Los autobuses, no paran de tocar las bocinas, es mas, creo que tienen un código, tipo morse, entre ellos, la gente habla altísimo, buf, no se, ya os iré contando mas, según pasen los días, pero............esto no me mola.(uno, esta mayor para estos ajetreos).
Al final, se me ha hecho de noche, antes de llegar a la ciudad, así que poco he podido ver, pero lo importante, es que he llegado hasta aquí, con FLAVIA.



Y estoy orgulloso de haberlo conseguido, aunque sería injusto por mi parte, no tener en cuenta, primero a mis hijos y hermana, por los ánimos que me han dado, los de casa, siempre son los mas ricos, después a mi equipo de currelas, David Mayo, por que es el alma mater del blog, Miguel Muñoz, por currarse el video y los contactos con la CAN, a Mikel Calahorra, por la logística de visados y recorridos, y a Elena (la nuestra), por el asunto de alojamientos, correos, tiendas de bicis y demás.
También a todos aquellos, que me habéis animado desde allí, mis vecinos de barrio, mi equipo de triatlon, gente de FEKOOR, amigos, etc, etc,

A los turistas españoles que he conocido durante el viaje, que también me han hecho pasar buenos ratos, y como no, a los que me han ayudado durante el viaje, en los momentos malos, los del restaurante AL DENTE, de Monaco, Francesco de Italia, el chofer de autobús de Genova, un motorista en Grecia, que también me sacó de la ciudad, y en especial, a Wanda, por aparecer en el momento mas critico.
Supongo que me dejaré a alguien, pero ya me acordaré mas adelante, estoy muy cansado y me tenéis que perdonar.


Bueno majos, mañana empezaré mi peregrinaje por los consulados asiáticos, a ver que tal me va.

Hasta mañana.

Y repito, GRACIAS A TOD@S.

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